Antonio F. Marín: Censura

10 de marzo de 2010

Censura

Un estudio ha revelado las excusas que ponen las chicas para darte calabazas. ‘Seamos amigos’, ‘no me atraes de esa manera’ o ‘te mereces alguien mejor que yo’, son los pretextos que ponen para lo de las gárgaras. Y no sé. Uno no sabe porque a mí no me suelen poner excusas y me mandan a la mierda sin más disculpas.

No se entiende, como tampoco es comprensible que el líder de las juventudes del PP, Nacho Uriarte, haya chocado contra otro coche cuando iba borracho, y no haya dimitido del Parlamento, para dar ejemplo a los jóvenes. A mí los suegros me han echado de sus casas por mucho menos.

Tampoco se entiende que Zapatero quiera salir de la crisis volviendo al ‘infame ladrillo’ que la provocó. Ni que me digan qué tengo que ver, opinar o pensar, aunque sea ‘por mi bien’, según nos recriminaban cuando niños, antes de darnos los pescozones de reglamento. Lo ha hecho un tipo de la izquierda castiza, un tal Mandi, al que sólo le hemos echado en falta el aceite de

ricino para blasonar como un franquista, pecho lobo, que quiere cerrar los canales de TV que no son de una lealtad inquebrantable:

«Si se regula la calidad alimentaria, se debería regular la salud informativa», nos advierte el sujeto que debe de ser uno de esos caricatos que justifican que en Cuba muera Orlando Zapata, un preso de conciencia según Amnistía Internacional; un pobre negro de oficio albañil que se enfrentó al tirano Castro sin saber que era un ‘delincuente’ y que la libertad aún es delito en el siglo XXI.

Un ‘delito’ que debe de ser muy obsceno para todas esas miembras que festejaban en el Senado la aprobación del aborto para las chicas de 16 años por si, en un suponer, a las hijas de Zapatero se les olvida comprar condones y follan a pelo, pues se conoce que es cierto aquello de que piensa el ladrón que todos son de su condición. Esta es la España siniestra que da ‘vivas a la muerte’ como el legionario fascista Millán Astray.

La España intolerante que quiere decidir qué ven los demás en la tele por ‘nuestro bien’. A mí cuando alguien me quiere tocar los huevos, por mi bien, le pego una patada en los suyos. Por su bien. Y en esas estamos. En ‘nuestro bien’. Todo esto viene a cuento porque la cursiprogresía ha perdido con la TDT el monopolio informativo y ya no les basta con tener la 1, la 2, Telecinco, Cuatro y la Sexta, pues quieren dominar también los pequeños canales de la TDT que no se hincan serviles y lamerones.

Servidora no ve las tertulias de Intereconomía, Libertad Digital o Veo7, pero defiende su derecho fundamental a existir porque nadie te obliga a verlas como en Cuba o Venezuela, aunque los tiranorzuelos las quieran censurar porque ellos son tan lameculos con el Gobierno que se extrañan de que no estén todos arrodillados a su lado. Y no permiten ni un resquicio a la discrepancia pues quieren darnos la opinión ya pensada, en Potitos, para que no nos atragantemos. ‘Te mereces alguien mejor que yo’, podríamos decirles a estos mostrencos totalitarios imitando a las chicas. O lo dicho: una patada en los huevos. Por su bien.

(Columna publicada en el semanario de papel
El Mirador de Cieza)

Mobusi